En el sur de Colombia, desde las altas montañas de los Andes, nacen dos grandes ríos de la cuenca del Amazonas: el Caquetá y el Putumayo. Entre estos dos existe una de las regiones con mayor diversidad de flora del planeta, generada por elementos geográficos andinos y amazónicos. A este hermoso lugar se le ha llamado Putumayo, que en leguas nativas significa río que va a donde nace el sol, río que nace desde muy alto, o río de plantas para hacer vasijas.
Pero el distanciamiento de los centros de poder político y comercial y la riqueza de sus suelos ha hecho que se establezcan dinámicas desordenadas de ocupación, ilegalidad y extractivismo desmedido, con un impacto negativo que ha generado pobreza, deforestación, violencia, perdida de la cultura y proliferación de cultivos ilícitos.
El pueblo putumayense, reflexivo y calmado, consiente de este fenómeno social, encontró en el PDET la mejor herramienta posible – la del consenso, la del trabajo común, la de la planificación rigurosa e incluyente- para transformar su territorio y que el mundo no pierda un sitio de enorme importancia por su valor ambiental y cultural.
Sus comunidades fueron ejemplo de organización y trabajo en equipo al suscribir, el 25 de septiembre de 2018 su plan de acción para la transformación de su región, hoy conocido como el PDET Putumayo. Un grupo de 14.823 personas, el 65% de ellas autoreconocidas étnicas, participaron en la identificación, concertación definición y priorización de 3.378 (53% étnicas y 9 % de género), que se encuentran agrupadas en 8 pilares de desarrollo para la transformación social y económica de esta región y el mejoramiento de la calidad de vida de sus comunidades.
Los pilares de educación y reactivación económica recogen el 41% de iniciativas de la subregión, dando cuenta de la limitación de acceso escolar para niños y jóvenes, y de las limitadas oportunidades laborales, de emprendimiento y desarrollo de sus comunidades. Otro 29 % está dividido entre los pilares de Reactivación Económica y Reconciliación, Convivencia y Paz, denotando las necesidades productivas y de empleabilidad, y la resiliencia y organización social de las comunidades.
Hoy, el PDET Putumayo avanza en pro de la visión de sus comunidades: alcanzar un desarrollo rural integral sostenible, una vida armoniosa y autónoma, coherente con las condiciones e identidad andino-amazónica, con comunidades incluyentes, reconciliadas. Educadas, conscientes, empoderadas y defensoras del territorio y de la vida en todas sus manifestaciones y constructoras permanentes de una nueva ciudadanía.