Dos magníficas formaciones montañosas enmarcan esta subregión. Una donde termina la cordillera oriental de los Andes y reina el oso de anteojos, y la otra, única en el mundo por tener desde las nieves perpetuas hasta aguas en el mar tropical, son el territorio sagrado de indígenas Arhuaco, Kogui, Wiwa, Kankuamo (en la Sierra Nevada) y Yukpa (en la serranía del Perijá).
Entre estas dos serranías hay un valle donde se ha forjado una cultura de juglares y ganaderos, llamado el Valle del cacique de Upar (origen del nombre de la ciudad de Valledupar y la música vallenata). Y al sur, una llanura, donde se desarrollaron varios municipios a partir del auge del banano, y que inspiraron la magia del pueblo de Macondo. Todo esto se engalana con la perla del Caribe, Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia.
Pero, la colonización desordenada e inequitativa, el mal manejo de los recursos naturales, los cultivos ilícitos, el aislamiento productivo y la violencia, han afectado y empobrecido a las comunidades rurales de 15 municipios de Cesar (8), Magdalena (4) y La Guajira (3), que hoy conforman la subregión PDET Sierra Nevada, Serranía del Perijá y Zona Bananera.
El 21 de diciembre de 2018, un grupo de 17.440 personas, firmaron el plan de acción para la transformación de su territorio, hoy conocido como el PDET Sierra Nevada y Serranía del Perijá, un documento que interpreta con nitidez y precisión los anhelos y necesidades de más de 1,6 millones de personas que habitan y conviven en esta subregión. Contiene 2.135 iniciativas o propuestas, agrupadas en 8 pilares de desarrollo, para la transformación social y económica de esta región y el mejoramiento de la calidad de vida de sus comunidades.
El pilar de educación contiene el 25% del total de iniciativas de la subregión, dando cuenta de la limitación de oportunidades para niños y jóvenes en su hábitat, otro 29% de iniciativas está dividido en partes casi iguales entre los pilares de ordenamiento territorial e infraestructura, denotando las necesidades de propiedad de la tierra, vías, energía y conectividad, todo ello en el marco de la conservación y respeto de las creencias de los territorios.
Hoy, el Pdet Sierra Nevada y Serranía del Perijá avanza en pro de alcanzar la visión de sus comunidades: Será un territorio reconocido por su gobernanza y su gestión comunitaria, con organizaciones sociales fortalecidas y donde se reconoce y respeta la autonomía, el gobierno propio y cultura de los pueblos indígenas, así como la identidad ancestral afro. Tendrá un modelo de convivencia territorial basado en el diálogo intercultural, el goce efectivo de derechos y la protección del territorio, elementos que permitirán superar los conflictos territoriales. Además, será una subregión que reconoce, visibiliza y fortalece la participación de la mujer y jóvenes campesinos, indígenas y negros como gestores esenciales de la consolidación de la paz territorial.